
Aunque pocos lo sepan, el frente de la Casa Rosada alguna vez fue simétrico, con su arcada central enfatizando el acceso principal y ceremonial sobre la Plaza de Mayo. Así lo proyectó en 1884 Francisco Tamburini, el mismo autor del Teatro Colón, el Departamento Central de Policía y del Colegio Mariano Acosta, entre otras obras destacadas. En realidad, si nos retrotraemos a los orígenes, de esta barranca bañada por el río emergían las murallas del Fuerte de Buenos Aires (1594). Con el tiempo, se fueron sucediendo una serie de edificaciones como la residencia para gobernadores y el palacio para los virreyes, hasta que en 1853 sirvió como sede del Gobierno Nacional. Fue Sarmiento quien durante su presidencia promovió una gran reforma que incluyó la arriesgada decisión de pintar todo de rosa.